Fabrisa, pues conformarse, a veces, es la mejor opción. Darse de choquetones contra la pared, también duele... Hay que saber decir basta. Un beso y te felicito por tu valentía.
Salvo mi amistad gatuna de niño, de la que nada recuerdo salvo lo que me contaron, lo cierto es que nunca he tenido relaciones con los gatos hasta conocer en tiempos recientes a esos gatos salvajes...
Y de lo de niño no recuerdo nada, salvo lo que escuche contar, ya que era muy niño...
Pizzar, no es una cuestión de cansancio. A veces, la resignación no significa tirar la toalla, sino que el esfuerzo que realizas para conseguir algo es mayor que el objetivo en sí. Entonces es más inteligente renunciar... Me explico muy mal, lo siento. Gracias por venir Un besito Natacha.
La paciencia y el tesón son virtudes envidiables. Los que las poseen siempre consiguen lo que quieren. La resignación es todo lo contrario, el consuelo del impaciente. Besos.
Siempre me caractericé por la constancia y la perseverancia, aunque hay días...! hay días que termino como esos gatitos, mirando resignada (aunque son los menos). Un saludo cariñoso, Natacha!
Pedro, creo que la resignación, insisto, es una buena manera de enfocar según qué situaciones. Es verdad que la paciencia y el tesón son envidiables... Un beso, guapo Natacha.
Yo me considero una persona cabezona y luchadora, me gusta probar cosas y cambiar todo lo que pueda, pero muchas veces hay que resignarse. Como tú dices es más doloroso encabezonarse en algo que no puede ser por condicionantes que no se pueden cambiar. No vale la pena sufrir si no se va a conseguir nada. Ahí tenemos que ser inteligentes también. No sé si me expliquéeee, jeje. Un abrazo.
Conchi, te explicaste mejor que yo, eso mismo quería decir. A veces no depende de nuestra actitud el conseguir algo. Estos gatos, por mucho que lo quieran, no pueden abrir la jaula. Les basta con relamerse. Un beso, amiga. Natacha.
Me he resignado después de agotar la paciencia o porque exigía un precio demasiado alto, pero jamás he tirado la toalla ante algo que me he propuesto, lucho por lo que quiero y por lo que realmente me hace sentir realizada.
Lucho muy poco o nada, ya me han dado demasiados palos. Será cobardía, lo más probable. Eso sí, sin lucha pero con mucha paciencia, pasito a pasito como una hormiguita...
Querida Natacha, generalmente en la vida una lucha por lo que quiere,pero estos lindos gatitos me parece que deberán conformarse con saborear la posibilidad, a no ser que la puerta se abra y.....
Bowman, sin duda somos gemelos. Me cansé de pegar palos al aire. A veces me canso, pero no es cuestión de cobardía... es supervivencia. Si te vas a dejar el alma luchando... pues te resignas un poco, a veces y sigues sin heridas demasiado profundas. Creo que esto viene de atrás. Cuando en la infancia la lucha fue infructuosa, aprendes a aparcar de vez en cuando en la cuneta para tomar un respiro... Un beso, amigo (claro que cuando coges el látigo y el sombrero mejor quitarse de enmedio ¿a que sí?) Natacha.
Si Elsis, los gatitos de la foto esperan el milagro. Yo, desde luego no abriré la puerta para provocar una masacre jejejej. Un beso mami querida. Natacha
Hola Natacha.Voy indagando por este mundo blogosférico y he pasado a verte. Me encantan los gatos.Siempre tuve y algún que otro perro, y pájaros.En fin, eso era antes. No soy persona de conformarse facilmente, pero creo que es bueno luchar por conseguir lo que se quiere hasta cierta medida, sin obsesionarse o moldear la personalidad. Me gusta tu blog.Pasaré de vez en cuando a verte.Si no te importa, claro. Un besito.
Marinel, ¿importarme? estoy encantada de que me encontraras y de que decidas volver, eres muy amable. Estoy de acuerdo con tu comentario. El término medio, siempre es el mejor lugar. Un besito Natacha.
mmmmmm... yo no soy de conformarme así como así, y en este caso veo a los gatitos muy pacientes y acomodaditos, como esperando "la gran oportunidad" que siempre se da en la vida! La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces...
Sandra, a veces se espera con paciencia, pero eso es una virtud, creo que estos gatitos están bien resginados. jejeje. Un beso y gracias por venir a verme. Natacha.
La lucha ha sido una constante en mi vida, al tiempo que un estimulo.
ResponderEliminarLa palabra "conformarse", no está en mi diccionario.
un besito
Fabrisa, pues conformarse, a veces, es la mejor opción. Darse de choquetones contra la pared, también duele...
ResponderEliminarHay que saber decir basta.
Un beso y te felicito por tu valentía.
Yo ya me conformo con lo que me venga, quizá hace años luchara , ahora ya (debe ser que me hago mayor) me conformo con el día a dia. Un beso LEZ
ResponderEliminarTu día a día no está nada mal ,que yo lo sé.
ResponderEliminarYo también me hago mayor... y se cansa uno de tanto pelear...
Un beso preciosa.
Natacha.
Amiga, menos mal que los gatos estaban recien comidos y no tenian hambre, En otro caso, hubiera sido un caso de extrema crueldad.
ResponderEliminarPor otro lado, parece que al raton le tenian vendados los ojos, con lo que tampoco sufrio.
En suma, la vida no es tan cruel como pareceria a simple vista.
A lo mejor, a veces es hacerse uno un poco el cegato...
Ja, ja,ja
Un abrazo
jajaja, Antiqva. Si, a veces es bueno hacerse el tonto... pero solo parecerlo, ojo.
ResponderEliminarUn besito
Natacha.
No, amiga, que es verdad...
ResponderEliminarSalvo mi amistad gatuna de niño, de la que nada recuerdo salvo lo que me contaron, lo cierto es que nunca he tenido relaciones con los gatos hasta conocer en tiempos recientes a esos gatos salvajes...
Y de lo de niño no recuerdo nada, salvo lo que escuche contar, ya que era muy niño...
Un abrazo, algo "gateado"...
Pues la palabra resignación no existe en mi vida...
ResponderEliminarSiempre luchando, soñando y peleando contra corriente si hace falta. Y no me arrepiento de momento de ser así.
Quizás un día llegue el cansancio vital... y me resigne...
UN BESO
Antiqva, te creo, a pies juntillas, es una relación especial la tuya con los mininos.
ResponderEliminarMuy bonita.
Un beso, guapo.
Natacha.
Pizzar, no es una cuestión de cansancio. A veces, la resignación no significa tirar la toalla, sino que el esfuerzo que realizas para conseguir algo es mayor que el objetivo en sí. Entonces es más inteligente renunciar...
ResponderEliminarMe explico muy mal, lo siento. Gracias por venir
Un besito
Natacha.
La paciencia y el tesón son virtudes envidiables. Los que las poseen siempre consiguen lo que quieren. La resignación es todo lo contrario, el consuelo del impaciente.
ResponderEliminarBesos.
Siempre me caractericé por la constancia y la perseverancia, aunque hay días...! hay días que termino como esos gatitos, mirando resignada (aunque son los menos).
ResponderEliminarUn saludo cariñoso, Natacha!
Pedro, creo que la resignación, insisto, es una buena manera de enfocar según qué situaciones. Es verdad que la paciencia y el tesón son envidiables...
ResponderEliminarUn beso, guapo
Natacha.
@Patrulich, es normal tirar la toalla, en ocasiones puntuales. Pero siempre hay que intentarlo antes...
ResponderEliminarUn beso, hermanita.
Natacha.
Yo me considero una persona cabezona y luchadora, me gusta probar cosas y cambiar todo lo que pueda, pero muchas veces hay que resignarse. Como tú dices es más doloroso encabezonarse en algo que no puede ser por condicionantes que no se pueden cambiar. No vale la pena sufrir si no se va a conseguir nada. Ahí tenemos que ser inteligentes también. No sé si me expliquéeee, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conchi, te explicaste mejor que yo, eso mismo quería decir. A veces no depende de nuestra actitud el conseguir algo.
ResponderEliminarEstos gatos, por mucho que lo quieran, no pueden abrir la jaula. Les basta con relamerse.
Un beso, amiga.
Natacha.
Me he resignado después de agotar la paciencia o porque exigía un precio demasiado alto, pero jamás he tirado la toalla ante algo que me he propuesto, lucho por lo que quiero y por lo que realmente me hace sentir realizada.
ResponderEliminarUn besito guapa
Creo que es una pregunta trampa. Quiero creer que lucho por muchas cosas, pero también hay momentos en los que me descubro dejándome llevar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fair, ¡Esa es mi chica! luchadora... no te imagino de otra forma.
ResponderEliminarun beso, linda amiga.
Natacha.
jajajaja. No es trampa Tawaki qué malo eres...
ResponderEliminarSoy de tu opinión, a veces, hay que dejarse llevar.
Un beso, guapo
Natacha.
Lucho muy poco o nada, ya me han dado demasiados palos. Será cobardía, lo más probable.
ResponderEliminarEso sí, sin lucha pero con mucha paciencia, pasito a pasito como una hormiguita...
Querida Natacha, generalmente en la vida una lucha por lo que quiere,pero estos lindos gatitos me parece que deberán conformarse con saborear la posibilidad, a no ser que la puerta se abra y.....
ResponderEliminarBesos, hija de mi alma!
Bowman, sin duda somos gemelos. Me cansé de pegar palos al aire. A veces me canso, pero no es cuestión de cobardía... es supervivencia. Si te vas a dejar el alma luchando... pues te resignas un poco, a veces y sigues sin heridas demasiado profundas.
ResponderEliminarCreo que esto viene de atrás. Cuando en la infancia la lucha fue infructuosa, aprendes a aparcar de vez en cuando en la cuneta para tomar un respiro...
Un beso, amigo (claro que cuando coges el látigo y el sombrero mejor quitarse de enmedio ¿a que sí?)
Natacha.
Si Elsis, los gatitos de la foto esperan el milagro. Yo, desde luego no abriré la puerta para provocar una masacre jejejej.
ResponderEliminarUn beso mami querida.
Natacha
Mas vale arrepentirse por algo que hemos hecho,que arrepentirse de algo que nunca hicimos.
ResponderEliminarBesitos
Yo creo que las dos cosas tienen su gracia.
ResponderEliminarPara empezar, lucho cada día por lo que quiero. Porque sé lo que quiero y oriento mi vida en esa dirección.
Pero eso no quita que a ratitos disfrute dejándome mecer por las olas.
Mientras no me desvíen muy mucho de mi camino, me encaaanta dejarme llevar.
Besitos.
Reconozco que ahora soy más cobarde... o sea, ¡¡¡¡¡pobre hamster!!! yo estaría muerta de susto....
ResponderEliminarbesitos
V a mi también me gusta dejarme mecer de vez en cuando
ResponderEliminarUn beso
Natacha.
Maru, a veces las dificultades nos hacen prudentes, pero no cobardes.
ResponderEliminarUn besito
Natacha.
Hola Natacha.Voy indagando por este mundo blogosférico y he pasado a verte.
ResponderEliminarMe encantan los gatos.Siempre tuve y algún que otro perro, y pájaros.En fin, eso era antes.
No soy persona de conformarse facilmente, pero creo que es bueno luchar por conseguir lo que se quiere hasta cierta medida, sin obsesionarse o moldear la personalidad.
Me gusta tu blog.Pasaré de vez en cuando a verte.Si no te importa, claro.
Un besito.
Marinel, ¿importarme? estoy encantada de que me encontraras y de que decidas volver, eres muy amable.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con tu comentario. El término medio, siempre es el mejor lugar.
Un besito
Natacha.
mmmmmm... yo no soy de conformarme así como así, y en este caso veo a los gatitos muy pacientes y acomodaditos, como esperando "la gran oportunidad" que siempre se da en la vida!
ResponderEliminarLa paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces...
Saludos amiga!
Sandra, a veces se espera con paciencia, pero eso es una virtud, creo que estos gatitos están bien resginados. jejeje.
ResponderEliminarUn beso y gracias por venir a verme.
Natacha.