sábado, 19 de noviembre de 2011

Mundos para-lelos

Pues mira por donde, esta vez, no me da la gana tener la boquita cerrada,
Me niego a cuadrarme en el baldosín que me toca. Si eso, ya me voy a otro suelo sin rayas...

Y qué le voy a hacer si me gusta ser feliz.
Si no quiero despedir a la niña que me hace sonreír...
si me gusta buscar la luz y el color, allá donde el gris se apodera del paisaje.


Así que... 
a todos esos seres en blanco y negro que transitan por esta vida chupando descaradamente la energía, la salud y la calma de los demás, deciros que tenéis la batalla perdida, es más: Ni siquiera estás invitado a la guerra de mi vida.
No me entretendré ni un instante en vuestro mundo pedregoso, fangoso y plagado de trampas. ¡Paso!




Vosotros seguid sembrando lágrimas saladas que yo seguiré derramando las mías, cargadas de azúcar sobre aquellos a los que acecháis.Tengo las de ganar.

Permitidme que os díga algo: (con todo cariño, claro)

¡¡¡TRISTEEEEES, QUE SOIS UNOS TRISTEEEES!

Quedaos en vuestro mundo para-lelo, esperando recoger cosechas que nunca sembrásteis.

Ayssss, ¡Qué agusto me he quedado...! :)


Y a todos los demás (que somos multitud) que la vida nos siga sonriendo. Alejémonos de los negativos, que se junten entre ellos y se hundan en su oscuridad, con el regocijo que eso les proporciona.

Y tú, ¿Te has encontrado alguna vez a estos especímenes tirando de tus pies?  (Cuidadín, que, así por fuera, parecen como normales. No son muchos, pero Ojú, la pupa que hacen...)

Un beso,
Natacha.