Qué pena cuando la muerte viene a por un pequeño.
No ha consuelo. No hay dolor más intenso que el que se siente cuando ella toma a tu niño de la mano y decide llevárselo. Lejos de tí. Lejos de todos.
Esperar... esperar que venga pronto a buscarme... para reunirme con mi chiquitín y poder leerle un cuento y que se duerma bien.
Es tan pequeño...
La parca no entiende que mi niño no puede dormir sin su cuento. Ella no se lo leerá.
No como yo.
Espero... espero que venga pronto a buscarme...
Esperar... esperar que venga pronto a buscarme... para reunirme con mi chiquitín y poder leerle un cuento y que se duerma bien.
Es tan pequeño...
La parca no entiende que mi niño no puede dormir sin su cuento. Ella no se lo leerá.
No como yo.
Espero... espero que venga pronto a buscarme...
4 comentarios:
Amiga, unas lineas para devolver tu visita y proclamar mi estremecimiento por lo que he leido.
Horrible.
Veo que en la Luna, en el lado oculto, amais a los gatos de una manera especial.
Quizas te resulte de interes
http://imagenes-palabras.blogspot.com/2008/01/caricias.html
En donde hablaba de mi relacion con los gatos, esas criaturas tan salvajes.
Un saludo en la distancia...
Si es triste. Tu lo has dicho: "Horrible".
Siento haberte dolido... la vida es, a veces, cruel.
Gracias por venir y por tu artículo de los gatos. Lo he visto y te puse cosas.
Un beso.
Natacha.
Amiga Natacha, en otro lugar deje escrito, en relación con los gatos:
Desconocia eso que me habias contado "de alzar las patas traseras y engarrotar el rabo".
El animal lo sigue haciendo igual que el primer dia y en cuanto nos ve viene con nosotros.
La gata blanca tambien viene, pero es imposible acariciarla. Sigue enseñando los colmillos y emitiendo gruñidos.
Curiosamente, ayer, por primera vez, vimos dos gatitos negros, que deben tener unos dos meses y medio (ya son grandecitos), que la gata habia parido y que hasta ahora no habiamos visto nunca, ya que los tendria escondidos quien sabe donde.
Por supuesto, a pesar de que pusimos comida, los gatitos no se acercaron...
Un abrazo en la distancia, amiga, y veras que sigo "ocupandome", por decir algo, de esos gatos salvajes...
Gracias, cielo.
Adoro los gatos y agradezco tu gesto amable con ellos. Te honra.
Un beso.
Natacha.
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